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Bloom Institute, un centro de belleza integral que nace en 2010 en Granollers, Barcelona. Si te quedas hasta el final, conocerás que fue lo nos movió a sumergirnos en este proyecto que no para de florecer.
Nuestra visión se basa en entender la belleza de la mujer como una flor.
La belleza es como un tulipán, que evoluciona con el tiempo. Al igual que un tulipán pasa por diferentes etapas de crecimiento, desde su brote hasta su plena floración, la belleza de una mujer también atraviesa diversas fases a lo largo de su vida. Desde la juventud hasta la madurez, cada etapa lleva consigo su propia belleza y encanto únicos.
La industria de la cosmética nos ha enseñado a tratar los problemas de piel facial y corporal con soluciones muy genéricas, sin pararnos a observar la particularidad de cada caso, a sentirla y a buscar la raíz del asunto.
Lo vemos a diario en nuestro centro.
Si no se realiza un tratamiento desde la raíz del problema la consecuencia principal es que nuestra piel se marchita con el tiempo y muestre imperfecciones.
Si te animas a contactarnos y venir al centro te mostramos como la trabajamos muy cuidadosamente para devolverle su forma y conseguir los resultados que tu piel se merece.
¿Estamos proponiéndote que vengas a conocer Bloom Institute? Pues claro, estamos deseando conocerte.
Queremos romper con los tratamientos que no se abordan desde la raíz, lideramos la reafirmación de la belleza natural de la mujer personalizando cada proceso a través de nuestro método BLOOM y TRIPLE B.
Creo que todas las mujeres somos únicas y podemos florecer independientemente de nuestro cuerpo y nuestro presupuesto.
Trabajar tu piel te ayudará a sentirte mejor. Porque cuando te observas en el espejo y te gusta lo que ves eres capaz de comerte el mundo y conseguir todo lo que deseas. Créeme, sé de lo que hablo.
Desde muy joven me gusta todo lo relacionado con la belleza. Cuando era pequeña maquillaba a mi madre, a mi abuela…
Llegar hasta aquí no ha sido casualidad, mi pasión por la belleza natural de la mujer y mi vena empresaria me ha traído aquí. Tener un trabajo en el que vuelco mi visión de cómo tratar la piel de otras personas y la ilusión de trabajar con los valores de Bloom es un sueño.
El mundo de la estética me tiene enamorada: es un sector que evoluciona muy rápido y creo que es fundamental estar continuamente formándonos para poder ofrecerte la mejor solución con la mejor tecnología.
¿Mi especialidad? Todo lo que trabajamos en el centro de estética me gusta mucho, pero los tratamientos anti-edad o manchas me apasiona. Además de tratar la celulitis de mis clientas para mejorar su calidad de vida.
Ver el resultado al terminar un tratamiento es muy satisfactorio a nivel profesional y personal. ¿Sabes esa sensación cuando conoces a una persona con un problema concreto y pasado un tiempo ves el buen resultado gracias a tu tratamiento? No hay palabras para expresar esa alegría y recompensa después de un trabajo bien hecho.
Precisamente, de ahí viene el nombre de nuestro centro: Bloom. Significa florecer en inglés.
Y, así trabajo tu piel, de forma natural con un resultado potente y sin agredir la piel. Para que te veas y te reconozcas como siempre, pero mejor.
Mi historia comienza con unas tijeras en la mano y con la confianza de los hombres de mi familia a los que les cortaba el pelo.
Si te soy sincera, nunca me imaginé que acabaría dedicándome a la estética. Siempre he pensado que el destino quería que, mis ganas de crear mi propio negocio, me llevase hasta aquí.
Te voy a confesar algo muy personal, hace un tiempo tenía una idea muy equivocada de lo que significaba para mí la estética, pero nada más lejos de la realidad.
Encontré mi pasión. Y la encontré, especialmente en los tratamientos faciales.
De adolescente me diagnosticaron acné, como a otros tantos jóvenes. En aquella época, mi madre me aplicó un tratamiento recomendado por la farmacia. ¡Claro, no había los avances de hoy en día!
Probablemente, sea el tratamiento con el que más disfruto. Me siento muy identificada con las personas que confían en nosotras para que trabajamos este problema desde la raíz.
Hay clientes que llegan al centro, con la cara cubierta, con miedo, sin apenas hablar e, incluso, evitando el contacto visual con nosotras debido a la inseguridad que les provoca el acné. Cuando finalizamos el tratamiento y gracias a los buenos resultados que obtenemos, pocas palabras pueden definir el sentimiento de satisfacción.
Pero no solo los tratamientos faciales son mi especialidad. Trabajar la grasa localizada y la reafirmación es algo muy especial para mí, se crea una relación muy cercana y amigable con el cliente. Es todo un placer.
Al final no se trata solo de un cambio físico, también emocional. Los clientes se vuelven a sentir bien y nosotras felices. Yo personalmente, emocionada de haber sido la responsable de conseguir el florecimiento.
Esto me llena muchísimo.
Impartimos conferencias.
Nuestra experiencia en la Clínica Teknon como ponentes comenzó a través de una invitación.
Nos comentaron que si queríamos participar como ponentes en la Clínica de Barcelona para poder exponer los resultados de nuestros tratamientos. Compartimos nuestros conocimientos a dos sectores: médicos y esteticistas (más de 100 personas asistieron a la ponencia).
En este mismo evento fuimos galardonadas con un diploma de honor y con el reconocimiento por nuestro trabajo y compromiso con el sector de la belleza.
Personalmente, fue una experiencia brutal, participar en una ponencia de estas características, fue un auténtico orgullo, honor y privilegio.
